Se ha escrito mucho sobre saunas,
pero nunca nadie ha contado la verdad
Cosas bonitas atrapadas en telarañas. Esmeraldas. Broches de oro. Cartas de amor. Dedícate al crimen. Paredes con doble fondo llenas de coca, de armas, de pasta. Plantaciones de interior. Incautaciones de las que queda una foto guapa. Aprende a hacer un puente. Vete a la cárcel. Masajeate las muñecas porque te han apretado demasiado los grilletes. Grita "yo no he hecho nada". Descubre la fe. Ponte cuadrado. Aprende los códigos. Open carry. Pistolas hechas con impresoras 3d. Cabeza-trofeo de ciervo. Hay gente para la que todo es un coto de caza. Disparar al agua y que se vea la trayectoría de la bala. Gel balístico. Hierro candente. Camuflaje real tree. Madrigueras. Talkies. Has comprado la mentalidad militar. Un beso con pasamontañas. Nombres grabados en joyas. Nombres grabados en pieles. Una foto de tu hija, a salvo en tu cartera. Entrando en zona hostil. Putas películas de guerra. Todo es guerra. Demasiado humo. En casa, en el súper, en el curro veo ejércitos languidecidos de una sola persona. Solo hay una trinchera real y el resto de violencia militar es performance geopolítica. Las botas, el casco y el uniforme son algo interior. Hay cientos de miles de millones de caídos. No hay chapas para nosotros. Nunca pudimos elegir entre el conflicto oficial o este, el del día a día. Y aquí estamos a palos. Sin táctica. Acobardados. Y si alguien saca la bandera blanca no necesita ningún mástil. Es algo más oscuro. Raciona tus cigarros. Esto va para largo. Fiiiiiiiiir-més!
*Mensaje enviado por la sauna del Centro Deportivo Municipal Los Prunos (C/ PETUNIAS nº30, 28042 Madrid).
Primer contacto telépata de Juan Baldés con estas entidades (14/01/25).
**** 27-07-25 // Daniel de Luis y Juan Baldes ****